En algún momento todos nos hemos preguntado qué es el drop en las zapatillas de running.
Aunque estamos acostumbrados a escuchar la palabra drop cuando hablamos de zapatillas de running, no está de más detenernos un momento a recordar de qué se trata exactamente.
Qué es el drop en las zapatillas de running
El drop es la diferencia de altura entre el talón y la parte delantera de la zapatilla y se mide en milímetros. El drop de las zapatillas de running suele estar entre los 0-2mm de las zapatillas minimalistas y los 12-13 mm de las zapatillas más amortiguadas.
No hay un drop bueno o malo, sólo diferentes drops. Cada drop tiene sus características y aplicaciones y será más o menos adecuado en función del uso al que se vaya a destinar la zapatilla y perfil del corredor.
En general, podríamos decir que un menor drop favorece el apoyo con la parte delantera del pie mientras que un mayor drop implica aterrizar con el talón.
Zapatillas con drop entre 0 y 4 mm
Son zapatillas muy ligeras, muy flexible, suelen ser bajas y carecen de amortiguación. Con estas zapatillas la pisada es más natural y parecida a correr descalzo. Son las zapatillas de tipo minimalista o barefoot y proporcionan una mayor sensación del terreno, aunque también requieren una mejor técnica de carrera. Adecuadas para corredores rápidos con buena técnica de carrera y para utilizar en competición.
Zapatillas con drop entre 4 y 8 mm
Son zapatillas bastante flexibles, ligeras y con amortiguación y estabilidad medias. Favorecen el aterrizaje con la parte delantera del pie, la transición en la zancada y una pisada más natural. Son zapatillas polivalentes, adecuadas para entrenar y pueden servir de transición entre las de drop alto y las de drop bajo. Adecuadas para corredores que pisan con la parte delantera del pie y que tienen una buena técnica de carrera. Ideales en distancias de media maratón.
Zapatillas con drop entre 8 y 13 mm
Muchas de las zapatillas de running que se comercializan se encuentran dentro de esta categoría. Son zapatillas con mucha amortiguación y estabilidad y por lo tanto, algo más pesadas debido a los materiales de la mediasuela y el talón. Favorecen el aterrizaje con la parte trasera del pie. Se suelen utilizar para entrenar tiradas largas y carreras largas a ritmos lentos. Son adecuadas para corredores pesados que priorizan durabilidad, amortiguación y estabilidad, así como para corredores que aterrizan con el talón y no tienen necesariamente una técnica de carrera depurada. Ideales para largas distancias y maratón.
Consideraciones sobre el drop
Ahora ya sabemos un poco más a cerca de qué es el drop. Como he comentado anteriormente, no hay un drop bueno o malo, sólo diferentes drops. Hay que tener en cuenta que el drop afecta directamente a la tensión muscular en la parte posterior de la pierna, es decir, a menor drop, mayor tensión en la musculatura posterior (tendón de Aquiles, soleo, gemelos e isquiotibiales). Bajar de drop implica trabajar de forma progresiva para mejorar la elasticidad y la fuerza si no queremos tener lesiones (sobre cargas musculares o roturas fibrilares). En cualquier caso, el cambio de drop debería ser progresivo para evitar lesiones.
En cualquier caso, antes de elegir el drop, ten en cuenta el tipo de corredor que eres (el peso, la técnica de carrera, ritmo de carrera…), el uso que le vas a dar a las zapatillas (correr sobre asfalto, trail running, la distancia, entrenamiento o competición…) y tu propensión a ciertas lesiones para tener mayores posibilidades de acierto y te recomiendo que priorices evitar lesiones antes que «rascarle» unos segundos al cronómetro. A menos que seas un profesional, todos corremos para disfrutar ¿no?